Juan De Valdes — Escuela in Madrid

Reseñas de Juan De Valdes

• Sofia

  Adicional 2016.07.17

  Mís dos hijos van al colegio, y estamos contentos con la forma de enseñar y el trato que se les da a los niños.
• Adicional 2016.02.11

  Este colegio fue, sin duda, una de las peores cosas que nos han ocurrido en esta vida y, dos años después, mi hija ni siquiera quiere acordarse de él, ni mucho menos nombrarlo. ¡¡¡Menos mal que ya es pasado!!!
• Juana

  Adicional 2015.08.04

  Un desastre. Una de las mejores decisiones de mi vida fue la de haber cambiado a mi hija de colegio. Un grupo de niñas envidiosas le habían cogido manía por tener cosas que ellas no tenían (mejor ropa, mejor material escolar, etc.), la tenían amenazada para que dejara de llevárselas al colegio, le escondían las cosas o se las rompían, le ponían motes, etc.,y los profesores lo único que sabían hacer era subirlas a hablar con la psicóloga para decirles que "eso no se hacía" o prometerme en vano que al curso siguiente mezclarían a los niños de las distintas clases entre ellos para frenar esa clase de conductas. Harta de que postponieran esa mezcla y harta también del grupito de niñatas maleducadas, la cambié a un colegio mil veces mejor y desde entonces nuestra vida ha cambiado y mi hija ha cogido tanta confianza en ella y en los demás que ahora se ha vuelto enormemente sociable, tiene amigas de todas las clases y sus resultados escolares también han mejorado. Ya podrían aprender de este nuevo colegio cómo evitar esta clase de problemas o, en el caso de que surjan, saber como tratarlos en vez de dejarlos de lado. Porque los de JUAN DE VALDÉS ni siquiera hablaron con los padres de las "pequeñas acosadoras", sino que me tocó a mí hacerlo y la única respuesta que recibí fue que mi hija dejara de llevar al colegio cosas que a las otras también le gustaban porque era "normal" que la trataran así por envidia. Y deduzco que el colegio estuvo de acuerdo con esta afirmación, que de otra forma no me explico su pasividad.
• Juan

  Adicional 2015.04.06

  Para colmo, mi hija no era la única que se encontraba en esta postura, sino que había otras dos niñas de la clase que estaban en la misma situación. Una de ellas también se cambió de colegio y la otra acabó recibiendo ayuda psicológica.